• La cabeza: Aquí se encuentran las piezas bucales
e importantes órganos sensoriales, como los ojos compuestos y los palpos, que
ayudan a reconocer gustos y olores.
• Las antenas: varían de forma y de tamaño; sin
embargo, cualquiera que sean sus
características, estas poseen elementos sensoriales capaces de detectar
movimientos del aire, vibraciones y olores.
• El abdomen: contiene el aparato digestivo, el corazón
y los órganos sexuales. Al igual que el resto de su cuerpo, está protegido por
el exoesqueleto, que unido a una capa delgada de cera llamada cutícula permite
la movilidad del insecto.
•Las alas: tienen el objetivo final de emprender el vuelo.
También los colores de sus alas les permiten esconderse entre la hojarasca, flores
y plantas, así evitan ser el alimento de otros animales.
•Las patas: poseen tres pares de patas (seis patas en
total) articuladas que utilizan para andar, correr o saltar.
Hasta antes de ser adulto, un insecto crece, pero para ello
debe eliminar y rehacer varias veces su exoesqueleto, formado en gran parte por
una sustancia que le da resistencia, llamada quitina. Esta sustancia determina
en gran medida los cambios o mudas durante la etapa juvenil. El
esqueleto externo recubre todo el cuerpo del insecto, incluidas sus patas,
ojos, y antenas.
El cuerpo de la mayoría de los insectos mide entre 2 y 40
milímetros, aunque hay algunos que alcanzan un largo de casi 30 centímetros.
buena pagina me sirvo
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