jueves, 30 de mayo de 2013

Anatomía de los insectos



Todos los insectos tienen su cuerpo dividido en tres partes: cabeza, tórax y abdomen; pero existen otros componentes muy importantes para el desarrollo global de su existencia. Veamos cuáles son las principales partes de las que se forman.
• La cabeza: Aquí se encuentran las piezas bucales e importantes órganos sensoriales, como los ojos compuestos y los palpos, que ayudan a reconocer gustos y olores.
• Las antenas: varían de forma y de tamaño; sin embargo, cualquiera  que sean sus características, estas poseen elementos sensoriales capaces de detectar movimientos del aire, vibraciones y olores.

• El abdomen: contiene el aparato digestivo, el corazón y los órganos sexuales. Al igual que el resto de su cuerpo, está protegido por el exoesqueleto, que unido a una capa delgada de cera llamada cutícula permite la movilidad del insecto.
•Las alas: tienen el objetivo final de emprender el vuelo. También los colores de sus alas les permiten esconderse entre la hojarasca, flores y plantas, así evitan ser el alimento de otros animales.
•Las patas: poseen tres pares de patas (seis patas en total) articuladas que utilizan para andar, correr o saltar.


Hasta antes de ser adulto, un insecto crece, pero para ello debe eliminar y rehacer varias veces su exoesqueleto, formado en gran parte por una sustancia que le da resistencia, llamada quitina. Esta sustancia determina en gran medida los cambios o mudas durante la etapa juvenil. El esqueleto externo recubre todo el cuerpo del insecto, incluidas sus patas, ojos, y antenas.

El cuerpo de la mayoría de los insectos mide entre 2 y 40 milímetros, aunque hay algunos que alcanzan un largo de casi 30 centímetros.

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